viernes, 8 de octubre de 2010

jueves, 14 de enero de 2010

Presentación


Este nuevo espacio de opinión que hoy inauguramos se va a llamar “El laberinto del Chinotauro”. En principio se trata de un blog literario para mentes inquietas abierto a cualquier tipo de colaboración, por lo que, con casi total seguridad, acabará por convertirse en un cajón desastre en el que casi todo cabe. ¿Y que más dará?, al fin y al cabo lo que importa aquí es escribir. Con un poco de suerte algún cabrón colgará alguno de tus artículos en el “Meneame” y, como estableció Andy Warhol, obtendrás tus merecidos quince minutos de gloria. Eso sí, a sabiendas de que la intención es lo único que cuenta, espero que quede bien claro desde el principio cual es el cometido de “El laberinto del Chinotauro”. Un blog para dar rienda suelta a las inquietudes literarias y a las opiniones bibliográficas de cada uno de sus miembros. A ver cuanto dura… se admiten apuestas.     

Por si no lo recordáis, “El laberinto del Chinotauro” es el nombre de una divertida prueba a la que se sometían los participantes del mítico programa de Telecinco “Humor Amarillo”. En ella, un conjunto de japos esquizofrénicos se enfrentaban al reto de llegar hasta la salida de un complejo laberinto formado por una serie de habitaciones de planta poligonal, que se conectaban unas con otras a través de puertas. Para complicar más el asunto, dentro de esta especie de panal de abejas se situaban “los secuaces de Takeshi”, una pandilla de descerebrados con pelucas rojas siempre dispuestos a agarrar a los sufridos participantes, darles una buena tunda e inmediatamente después lanzarlos a una charca de barro anexa al tablero de juego. No hace falta decir que eso último suponía la eliminación inmediata del concursante.

¿Y que tiene que ver esto con los libros o la crítica literaria? Pues la verdad es que poco o nada, pero siempre me ha hecho gracia el jueguecito de marras y no se me ha ocurrido ningún nombre mejor para nombrar esta bitácora. O bueno sí, pero no me apetecía ponerle algún nombre pedante del tipo “Apuntes de literatura”, “My beautiful Moleskine” o “Notas en un cuaderno en blanco”. Esto inferiría al blog de cierta dignidad que, muy posiblemente nunca llegue a tener. Que cojones, hasta le daría seriedad, y seamos sinceros, ninguno de los colaboradores es gente seria. De serlo, no hubieran sido invitados al club.

Pues esto es lo que hay. Ser bienvenidos. Quedáis avisados. Estáis advertidos.